Menos de 0.1 segundos: El usuario percibe funcionamiento instantáneo.
Menos de 1 segundo: El usuario percibe que la computadora trabaja o “piensa” para responder al estímulo, pero mantiene el 100% de atención en la tarea que estaba realizando.
Menos de 10 segundos: La interacción sigue siendo fluida, pero el usuario abre un foco secundario de atención.
Más de 10 segundos y menos de 1 minuto: se incrementa la posibilidad de que el usuario genere un nuevo foco de atención y que este se convierta en primario.
Más de 1 minuto: Es imposible mantener un flujo continuo de interacción.
Fuente: estudios de Robert B. Miller, IBM, 1968.
Por Daniel Mordecki (de http://concreta.com.uy).